Parque Berrío

Defenitely try to visit this place in the morning. Better 4 ur photos if u go in a sunny day.

Es un lugar de constante alegría por los musicos que van a tocar allá. Cuando permaneces allá y ves a la gente te sientes en la plaza de un pueblo tradicional antioqueño ... Es algo muy lindo

Aunque está al pie de la estación del Metro , la seguridad está realmente descuidada. No deja de ser un sitio emblemático de la ciudad y un punto de encuentro central.

Sitio al pie de la Estación Parque Berrío, muy popular, ruido, olores, venteros, cantantes aficionados en domingo. No apto para pupis o asustadizos, Recomendado para sitio de encuentro, pleno centro.

Punto de encuentro por excelencia. Famosa Gorda de Botero . Estación del metro . Ruido, congestión, pleno centro de la ciudad.

Tomar buenas fotos a la arquitectura y monumentos , tengan cuidado también con sus cámaras

Espectacular. Pero hay que tener presente que en las horas de la mañana de encuentra más descongestionado.

Puedes encontrar bananos de 100 pesos, y tinto a 200, y almuerzos a 2000, y relojes en 3500.

Gran tranquilidad y gran venta de cerveza

La musica , el baile y el ambiente en total

Se siente una energia muy pesada en este parque . demasiado vendedor. Nada de cultura. Acabaron con el centro historico de medellin . brutos

Se encuentra las esculturas del maestro Fernando Botero

Tener cuidado con objetos personales y artículos de valor. Sitio muy transitado

Orgullo paisa y colombiano!!!

Visita el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe

Conociendo y apoyando.

Parquearse a hacer nada en las escaleras del metro

Hay que caminar con mucho cuidado ya que hay mucho ladron

Todo un universo social.

Muy peligroso, pero es bonito!

El Metro es el medio más fácil para llegar.

Un parque sin bancas ...

Es el centro, muy ocupado mucho ruido y poco sucicio

Haciendo vueltas buuu centro horrible pero esta vez agil jajja tengo hambreee

Mucha gente

muy descuidado. Un parque Sin alma. donde se puede apreciar la pobreza cultural de los antioqueños y su irremediable decadencia. Verguenza colombiana